9 de marzo de 2010

Papiroflexia (ejercicio sobre un pedazo de papel)



El registro de la locura
los mundos que se desincronizan de manera bestial,
alargas tus manos y palpas de cerca la realidad, una bola fragmentada por anillos espectrales
la rosa multifacética multiplicándose en el laberinto.
Al año de tu locura
enclaustrado largamente en esas soledades de humo, alcohol y veronal
tu mirada de niño se prende en llamas;
vas pariendo mundos a una velocidad inusitada.
Borracho, drogadicto, en los posos del café se lee el destino de los hombres
figuras retorcidas que cobran vida al interior de las explosiones cósmicas que registra incesantemente tu cerebro.
Tu aliento
como un terrible coro de ángeles que viajan a la velocidad de la luz
se crispan hacia adentro,
con toda la desmesura de la suplantación de identidades,
tarjetas bancarias quemadas, planetas fantasmales habitados por monstruos,
cosmonáufragos a la deriva, androides emulando humanos, ojos vibrando bajo la sombra, un aturdidor rayo láser atravesando cabezas, abriendo manantiales de fuego que recubren las epidérmicas capas de la realidad, un zigzag especulando con los vértices del número dorado.

La realidad, la realidad
la entelequia Única e indivisible
labrada por las manos de un autómata perfecto
la alucinación de una mente psicótica
vibrando en ondas celestiales y divinas
curvando el espacio en espirales radioactivos
para transfigurar en polvo un pedazo de nada
la ceniza que se hace olvido
bajo la memoria de todos los hombres.