2 de julio de 2019

14 de mayo de 2019

Si vis amari, ama

Love and pain, de Edvard Munch


Si miraras tan sólo una vez
en la profundidad de mis ojos
verías los abismos y las llagas de los lobos
y también querrías participar de ese infierno blanco
que es la nieve que cubre los puentes negros
construidos por espadas, calaveras
huesos de otros lobos magullados;
pero prefieres mirar al rey cangrejo
y al triste misterio de su cara.

   La calavera
ya cuelga de mis brazos
y la nieve que se agolpa en la palma de mi mano
se deshace con un golpe de luz.
Nada para el rey de la nada.
Sólo ojos vaciados de sus cuencas
y un corazón sin forma pisoteado en la sombra.

13 de enero de 2019

Escribir, leer, coger

La liseuse. Woman Reading 1922  Félix Vallotton

Escribir,leer, coger
Como si afuera de tu cuarto
Las llamas del juicio final avisaran
lo inminente
Y los ángeles velaran por ti, o no
Lee,coge y escribe
Como si no hubiera mañana
Como si fuera la primera vez en que
la rasgadura de la pierna o de la página
te invitaran a sentirte Uno solo
con el Universo.

Si vas a leer, o coger, o escribir
Hazlo con maestría
O con la suavidad del practicante
Como si te estuvieran apuntando con una
pistola a la cabeza
O como si tu cuarto estuviese en llamas
Y que leer, coger o escribir
-Todo junto o por separado-
Fuera el único acto de resistencia
La última vela que se apaga
De un Universo edificado en llamas.

1 de enero de 2019

Todo el mundo destruido

Fresco showing a garden scene from the House of the Golden Bracelet, Pompeii, mid–1st century

Al caer, como último vestigio de conciencia, recuerdo que sólo ví contra la luna, la cúpula y mil torres almenadas de los dominios de René. Después me desmayé tal vez. La verdad es que no supe más de mí... (Juan Emar)

Toda esa ternura multidimensional que abrió los escaparates
y las puertas hacia laberintos geométricos y jardines
-Fortificaciones, ciudades, carreteras kilométricas
despedazadas
todas las máscaras y las pulsiones
con sus estaciones del año adentro y sus ejércitos
inviernos de pájaros cayendo petrificados
veranos flamígeros y desnudos
otoños medievales con hojas crepitantes
primaveras con gatos cayendo en cascadas
todas las caras y expresiones que pudiste adoptar
y nada, nada, nada
sólo puentes incendiados
y un pelotón de fusilamiento abriendo fuego
fuego, fuego, fuego, fuego
Brazos y piernas abriéndose melladas acuchilladas
y en el centro tú y detrás de ti nada
un abismo abriéndose hacia las entrañas de la Tierra
y en ese centro soles explotando y lamiendo configuraciones de nieve
porque no venimos del polvo ni de los mares
sino que de la nieve
de la más fría y austral y azulada y cataclísmica
fuimos témpanos de hielo que se caían a pedazos
y nos abrazábamos como podíamos
porque lo que existía aún era muy rudimentario
apenas brotes de vida germinando en islotes
y ya existía este amor despedazado
y aunque nadie pueda entenderlo atravesó los eones
hasta encarnarse en un yo -que siempre es otro-
y cada pestañeo fue tu figura...

... Ven,
ven a bajar hasta acá, hasta la nieve conmigo
y abrázame por última vez,  como una madre
que abraza al niño que en medio de la noche
busca entre llantos el cobijo
abrázame por última vez
y hazme en la frente la señal de la cruz
porque dentro de mí se libra una batalla
una guerra infinita con fusilados y caídos
y me están arrasando ciudades, fortificaciones,
pirámides, zigurats, jardines enteros en llamas
ábrazame, quédate esta noche
antes de que todo expire

Difficile est longum subito deponere amorem
le digo a tus ojos avellanados que ya no me miran
porque la nieve se ha fundido en ellos

(y ya ni siquiera estoy yo).