4 de abril de 2014

La mecánica del gesto

Para K.H

La noche arriba te habla, aún con la luna descolgada
y bajo la lluvia avanzas entre naipes y barajas;
golpes de azar, te calas el sombrero y fumas del cigarro de la vida
podría estar Jack esperándote
bajo el balcón de un bar de marineros abrazados,
encolerizados, partidos por el agua.

Bajo la lluvia avanzas.
En casa nadie te espera.

Los faroles se columpian con la brisa
ves a los perros silenciosos fornicar
estás parado, detenido, pero el camino avanza silencioso;
detrás de ese pesado muro gris
yace ella
una princesa dormida esperando a su príncipe azul que la despierte
nunca sabrás de ella
nunca la verás
aún cuando las estrellas descolgadas fulguren brillantes
como pétalos de acero desperdigados en el cielo;
balas nocturnas que atraviesan la inmensidad del infinito
balas que te sonríen,
y tú sin saber.

La princesa despertó.
Ven a ver cómo emergen los sombreros voladores
el cielo no se ve.