Te escogí en secreto un color para cada día y nuestras fuerzas se equilibraban en un punto muerto, una rosa hecha trizas, el coraje del lobo, un paseo por Valparaíso, una ausencia con la forma del retorno, la total franqueza de saberse mal acompañado, al lado de una mano muerta, un corazón palpante construido de cenizas, y los puentes eran afirmados por cocodrilos repletos de tiempo, de arena, de relojes de oro, de balbuceos incomprensibles que rebotaban en la sombra.
Así fue como surgió el poeta.
Así fue como surgió el poeta.
(gracias a la hermana por transcribir la miniatura)