FIN DE CICLO

Llegó el tiempo de la alquimia, de la verdadera magia del verbo.

¿qué hay dentro de ese estante?

(16 de septiembre de 2007 - 18 de junio de 2012)

Gente de Oro

Como contraparte del post anterior, también debo racalcar que también tengo una lista, secreta, personal, con letras doradas la cual hace mención a gente valiosa, valiente, que ha permanecido fiel a mí aún en las más adversas condiciones. Se trata de una pandilla de locos, soñadores, esquizofrénicos (paranoicos no), santos, doctores, sacerdotes, letrados, borrachos, drogadictos, y otra cantidad de epítetos, de seres provistos de la bondad, de seres que tienen más corazón que odio, que saben que el destino es incierto, que las acciones malas son compensadas con malas acciones, y al revés, con las buenas.

Lo que más amo, lo que me alumbra, es el extraño sendero de las letras. Alguna vez Rodrigo Fresán, escritor que admiro por haber creado una mitología en torno a James Barrie, explicaba que detestaba a aquellos que decían que la escritura era tortuosa, pues había que disfrutarla al máximo, como un placer único. Yo discrepo en algo de Fresán, y es que la literatura, la vocación a ella, siempre debe estar más allá del bien y del mal, de la felicidad y de lo tortuoso. La senda literaria es más como la senda del samurái, no del gestor público o del concursante de fondos públicos. Es un sacerdocio, una actividad miserable llena de esplendor. Es la Gente de Oro, que siempre aparece en el momento en que menos uno espera.

Ser escritor en Chile

Rey de espadas

Así es la escena. Estoy consciente de quien lea esto, pensará que es un dislate. Pero todo lo que relataré a continuación es verdadero.

Estoy sentado con una princesa china, muy hermosa. Su hermosura no es sólo física, sus pies son realmente lindos. Delineados, los dedos de sus pies si bien no son asimétricos del todo, están bien compuestos. Las uñas están pintadas de un color naranjo, fosforescente. Sus ojos no son rasgados, son grandes, y su cabello es ondulado. Muy bien, no tiene nada que ver con una "belleza típica de la China". No se ajusta al cánon. Es diferente. Pero sus antepasados fueron chinos, por ende, ella también es china. Tiene que ser así.
Ella se viste de manera sencilla, ocasional. Como se vestiría cualquier mujer de la clase media chilena en la actualidad. Pero ella es una princesa. De hecho, su nombre, su traducción, quiere decir "Bella Campana". Muchos, de los que me conocen, podrán pensar que sólo se trata de ficción, de pura fabulación mía. Como si tratara de hacer una proyección ficticia de mis deseos más ocultos y reales. Y no es tan cierto. Si tuviera que elegir, en el caso hipotético y bastante irreal, de estar en una soledad profunda con una mujer, sería una princesa alemana, una mujer audaz de ojos azules y pelo claro. O mejor aún, para las carcajadas del respetable lector amigo, diría no. Rumel habría escogido a una princesa del Japón, con un nombre largo y reverencial. Una princesa pálida de uñas negras.

En el mundo, ser japonés es una cosa casi tan diametralmente opuesta como ser chino. Y eso lo sabe muy bien quien tenga un mínimo conocimiento histórico de las cosas. Que los ignorantes den una vuelta de tuerca, o que mejor aún, se pongan a estudiar las claras diferencias culturales entre Japón y China. Problema de ellos, no el nuestro.

De todas formas, da igual. La escena se agudiza.

La princesa China, quien posee el trauma filogenético de "haber sido bombardeada históricamente por Nelson, durante la guerra del opio, hace más de dos siglos" identifica de forma natural a un hombre de ojos azules y pelo claro, como "el enemigo". No obstante, todas las noches de luna llena, ella abre sus piernas en compás para dejar que un hombre de características anglosajonas la posea hasta el éxtasis. Lame de sus sexo, aunque no es capaz de beber hasta la última gota. Le gusta que le toquen sus pies (¡una vez más sus extremidades!) y que le besen el empeine y le acaricien con su lengua la planta. Pero lo que más disfruta es que entrelacen sus manos (manos con manos) y la pongan hacia arriba, para que cabalgue una y otra vez, con frenesí. De forma trepidante, lírica, pornográfica.

Yo no oigo todo eso. Ni siquiera lo imagino o lo fabulo. Es así. A pesar de que dentro de este relato no he definido quién soy, les puedo adelantar que tengo habilidades de mago blanco, que tengo el pelo negro y la tez morena. Y que mi apellido, en una lengua casi muerta, quiere decir "eternidad".No más digresiones. Simplemente así finaliza la escena:

"Saco de mi bolso verde un juego de cartas. Es un Tarot. Lo pongo sobre la mesa. En las cartas desfilan imágenes que representan una corte de hombres varoniles de todas las edades y colores. Y ella, con una malicia inquietante en sus ojos, pone su mano sobre una carta. Veo cómo brillan sus ojos, su boca tornazul. Y ella pone su dedo sobre una cara, elegida de forma deliberada, no por azar."

Extraño.

Es el rey de espadas.

El rey de espadas usa el pelo con un corte tipo mohicano, y es moreno. No sólo eso. Tiene el pelo negro como la boca del lobo. Ella se pone de pie, me besa la mejilla, y se va. Yo no me voy. Me quedo, con su imagen imprengada en mi retina. Miro la cordillera, de manera pensativa. Sorbo unos tragos de café. Fumo. Entro al baño del lugar, y veo, con una extrañeza irreal, cómo la carta que ella escogió, coincide palmo a palmo con mi rostro. Yo soy su rey de espadas. Yo heredé una espada para defenderme de quienes me atacan, y ella un ábaco, para seguir las cuentas numéricas y hacerse millonaria. Sonrío, porque no es una victoria mía, ni de ella, ni de nadie. Es un largo periplo elaborado desde hace milenios atrás, cuando el hombre aún no conocía nuestros actuales misterios. Es el triunfo de quienes nos precedieron. Es la victoria real de nuestros antepasados.

Estados Unidos

Estados Unidos es el sueño americano

una bandera rota con un alguacil hediendo a Whisky

y botas texanas partiéndote la cabeza.

Estados Unidos es una pesadilla

de negros con manos como arañas

escarbando suelo y hierba en plantaciones de algodón

en un estado sureño perdido por los afanes de un predicador demente.

Estados Unidos es una maravilla

un robot de dos metros que dispara contra lo que se mueve

un aluvión de explosiones y de plástico roto

como ese payaso demoniaco que sonríe con su torva mirada.

Estados Unidos es un desafío

una atracción mutante para niños dementes.

Una nación de frailes, de soberanos, de banqueros

de mujeres como manchas o atisbos de una destrucción lejana.

Estados Unidos es un solo estado

        (una bandera tejana)

soberano, anárquico, un solipsismo

de gente desperada y confundida.

Estados Unidos es una caída

un tornado de almas

un revólver

apuntándote a la cabeza.

Deseo ser un llanero solitario

Soy más real que una bala de plata atravesando los campos, las fracturas de tu cuerpo ensangrentado;

Veo las lágrimas hecha añicos, como divisiones de un paisaje gris y tenebroso.

Voy cruzando el tiempo, voy cruzando sobre mi caballo de ocho patas

Hacia atrás, recorriendo los esteros, los afanes.

Nadie vencerá mi rayo, mi zumbido y mi ronquido

Son las huestes de Satán que me buscan

Pero yo viajo hacia atrás en el tiempo,

Alcanzado tu mano hecha trizas

Que sale desde una tumba

Como deseando que mi brazo partido encuentre el tuyo

Bajo la ráfaga de los rayos cerebrales

Emitidos por los androides del espacio.

“La falsedad radica en la silicona”,

Dice una nave de vapor que emerge de la sombra,

Yo sin fatiga disgusto mi resombra

“Más amor, menos plata”

La segunda nave derribada expolia desde la luz verde

Aquel rayo que restrega sus palabras en el aire.

Yo estoy dentro de una máquina, 

y en verdad avanzo en mi caballo de ocho patas.

Deseo ser un llanero solitario

y arrancar como un forajido

con la plata en un saco

de todos los androides.

Sobre un sueño azul

Y verdaderamente, mi sueño terminaba así:

Luego de cruzar los umbrales, de haber derrotado a toda la Policia Criminal de los Invisibles, una doncella china me esperaba tras los nuevamente umbrales del dolor. Estaba desnuda, reposando como una puta flor. Me saqué el revólver de mi sobaquera, y estirando mis brazos apreté con fuerzas a ese desnudo cuerpo. Pero antes de jalar el gatillo, me acerqué a la extraña cortina. Tenía las ventanas abiertas, semicirculares. Entraba una luz tenue. Arropé a mi doncella, y con esmero, comencé a deslizar mis dedos sobre el vidrio, para ocultar la escena del crimen.

http://www.youtube.com/watch?v=SINl5JY7LhI

Bella Flor

Aquella bella flor
que nunca besaré
zurcida en el espanto, en el horror
en los ocasos del dolor.

Atravesando con la mente
descubro que soy demente;
ácidas flores saltando en direcciones múltiples
pétalos de lluvia sobre los rostros de Dios;
Cabellos blondos, perdones y adiós.

(un loco tocado por la maldición del cielo
canta humillado en una esquina
sus canciones
hablan sobre ángeles y cosas,
que le cuestan la vida al ojo humano)
----------esto lo escribió Leopoldo María Panero
aquel marinero, valiente y bravucón
sobre un estero
sobre el circo del bello Sol.

http://www.youtube.com/watch?v=BsQoUAMqFvc